A las 07,15 h salgo del albergue. Hay un tramo de unos 500 m. por carretera iluminada, pero finalizados estos hay que introducirse en campo a través donde el frontal es un elemento imprescindible.
Alli quedan las compañeras de las literas que durmieron junto a mi, una italiana que roncaba mucho y una joven gallega profesional de turismo que quiere conocer andando lo que a los turistas enseña a través del micro del Bus y vivir experiencias con peregrinos que les sirva para comentar con sus clientes. Ella va a ir a Finisterre pero pasando por Muxia, el recorrido que hice en abril; yo acabaría en Muxia pasando por Finisterre, por esto que en último trayecto teníamos que cruzarnos, quedamos en vernos.
Hay niebla. El sol quiere salir pero hay una pequeña niebla que fluye de la tierra y va a obstaculizar su luz. La mañana es fresca y hay que abrigarse. Más con la humedad.
El perfil de la etapa señala una pendiente algo fuerte de algo más de 100 m. Es el Monte Aro.El camino es por vías rurales que comunican las granjas aisladas.Más sube el sol y más niebla hay. En el alto del Monte Aro hay un mirador, pero hoy poco o nada se puede ver.En la bajada del monte se apreciaría el embalse de Fervenza, en un día claro destacaría y contrastaría el azul claro con el verde y ocre de los campos. Descendiendo, la fuerza del sol va ganando el pulso a la niebla. La carretera de bajada pasa al lado del cementerio de Corzón, en medio del cual está el cruceiro. Ambos tienen que salir en todas las fotografías.
Ponte Olveira sobre el rio Xallas que trae las aguas del Embalse de Fervenza. Son las 09,46 h.
jeje, se cumple la historia, basada en realidad por lo que se ve, de la canción que canta "caracol, col, cool, saca los cuernos al sol".
Estoy a 36 km de Finisterre.
Olveiroa es una población importante en este trayecto hasta la costa, creo que la más y dispone de infraestructura como restauración y albergues, por lo cual es muy considerada como final de etapa y muchos peregrinos así la consideran en la práctica. No obstante yo no la consideré así en mis tres viajes a Finisterre y Muxia, siempre he pasado de largo.
En uno de los albergues de la localidad han desplegado este mural-cuadro donde exponen los trayectos a las dos localidades de la costa a las que habitualmente nos dirigimos. Se aprecia que un punto más allá de donde me encuentro, Olveiroa, está la bifurcación para ir a uno u otro destino, el recorrido y los perfiles de las etapas. Muy práctico para quien esté allí por primera vez y no disponga de información; el primer supuesto se dará cientos, miles de veces cada año, pero lo segundo nunca, nadie llega hasta allí sin información y documentos.
Son 13 los km andados desde Santa Mariña, me quedan 19 hasta Cee.El camino hasta siguiente localidad de O Logoso, casi 4 km. discurre por monte arbolado por pinos y artificiales aerogeneradores que son ya familiares en los montes altos y aireados. El rio Xallas discurre por nuestro lado izdo. a unos considerables metros bajo los pies de los peregrinos. Dias claros y luminosos como el de hoy ofrecen panorámicas muy atractivas.
Se puede reconocer la presa del embalse Ponte Olveira.El albergue O Logoso está situado en la entrada a la localidad, inevitable darte de cara con él. Quienes caminan bien, más de 35 km por etapa, parten de Negreira y quieren ir a Muxia, se alojan aquí. Habrían hecho 37 km desde aquella localidad y les restaría 30 hasta ésta última. Esto es lo que hice yo en septiembre del 16 cuando vine por el Primitivo. Recuerdo que llegué cansado, tarde y me tocó dormir en litera de arriba, pocas veces lo he hecho.
A 1 km de O Logoso se encuentra la localidad de Hospital, toma este nombre de que en el espacio de ese edificio de la izda., hoy de información del Camino, hubo en la edad Media un hospital para peregrinos.Unos 400 m más allá aparece esta bien cuidada rotonda donde han tallado el nombre del municipio en el seto vegetal central, Dumbría. Allí está el punto bifurcación de la senda hasta la mar. A la izda. a Finisterre, a la dcha. a Muxia. Punto este donde llegado a él ya casi todos habrán antes decidido hacia donde partir. Este era mi tercera vez que llegaba andando a él y sabía hacia donde dirigirme, hacia la izda. Fue en mi segundo caminar por aquí cuando me desvié a Muxia.
Después de caminar medio km por arcén de carretera hay que desviarse a la dcha. y meterse campo a través por esta espaciosa y abierta senda, antes de introducirte en bosque de eucaliptos y pinos que ya no abandonas hasta bajar a Cee, con la vista de la mar delante. El cruceiro es el punto de entrada a ese bosque.
Eran las 12,03 h cuando estaba en la rotonda bifurcación; son ahora las 12,33 horas.
Este "viaje" por el bosque es entretenido, es una pequeña montaña rusa por sendero ancho y compacto. En el dia de hoy, muy agradable por la temperatura y tiempo. En contraposición, el recuerdo de mi primer travesía por aquí en el año 2013, día gris , bajo la lluvia y envuelto en una capa verde.
Pasan dos horas cuando llego a ver la mar. Son las 14,27 h.
Esta dos horas, más de 10 km de recorrido, es un tiempo que se hace pequeño y que se vive con ilusión porque es el final de la tierra y la proximidad del mar, de la mar.
Esta aparece entre el arbolado de pinos y la niebla frecuente en esta zona del litoral costero, produce una sensación nueva no solo física por los olores novedosos y la humedad de la brisa, también emocional por el significado de llegar, estar llegando al escenario final.
Todo la etapa ha discurrido por terreno en el nivel de 300 m, casi plano. Pero aquí termina, se acaba y aparece la Ría de Corcubión en su nivel 0, el encuentro es brusco y salvar ese desnivel en pocos metros resulta agresivo para las rodillas y abductores. Subirle también resultaría muy duro, pero serían otros componentes los que sufrirían.
El albergue O'Bordon aparece inmediatamente que desciendes del monte y tocas pueblo, un cartel te indica que está a la izda. a tan solo 50 m. En él dormí la primera vez, allá por septiembre-Octubre de 2013. Está bien, no tiene nada extraordinario, el propietario tiene o tenía el hábito de fotografiar a todos los que voluntariamente aceptaran, con el fin de disponer de álbum fotográfico de todos los peregrinos que pasaban por allí. En el 13 me hizo fotografia, en este año se lo recordé, buscó la foto pero no la encontró. Este año ya no le ví hacer fotos a nadie, tendría el álbum muy ocupado. El albergue es espacioso, dispone de baños amplios y diferentes para mujeres y hombres. Salíamos los dos en el mismo momento de cada baño, nos miramos y sonreímos, es lo mínimamente habitual en ocasiones iguales, traté de recordar donde la había visto antes, fue en el albergue de Santa Mariña, la otra noche, ella cenaba con su marido en una de las escasas mesas que hay; al acostarnos, el albergue es pequeño, una casa familiar de campo reconvertida, coincidimos en el baño común limpiándonos los dientes. Habría, supongo, el educado saludo de "hola" o "adios", en inglés, porque su fisonomía no equivocaba fuera de igual nacionalidad que la mía.
Como la primera vez, bajé a Corcubión a dar una vuelta por la villa marinera. Estaba a dos días de terminar este viaje.
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